NAZIONALSOZIALISTAK
  LA MUJER, PIEZA CLAVE PARA LA RAZA
 

La mujer: pieza clave en la aniquilación/pervivencia de nuestra raza


Desde hace poco tiempo, en los países occidentales más "desarrollados" está practicándose numerosas intervenciones quirúrgicas de esterilización por el método de la Ligadura de trompas a jóvenes muchachas blancas que incluso no llegan a los 20 años, por su propia voluntad. Jóvenes que suponen tener las "ideas claras", muy claras al respecto de la maternidad. Este proceso de ligadura de trompas, actualmente, todavía es irreversible.

Este terrible hecho hace plantearse el rumbo que va tomando la población femenina en la actual sociedad y dónde va a llegar.

En un artículo comenté que la antigua sociedad germánica la mujer era tratada como un miembro más del clan con sus cometidos dentro de la comunidad bien claros y definidos, valorándose tanto su misión de madre como núcleo de supervivencia del pueblo, como su misión de guerrera, siendo más tarde, y sólo por la influencia judeocristiana en nuestra civilización, cuando ésta se fue sometiendo a la idea de objeto de goce y disfrute del macho, haciendo de la mujer un ser lleno de culpas, sin voz ni presencia en la sociedad, y relegada al ámbito del hogar donde durante siglos se la recluyó. Sólo las más valientes y empecinadas, siendo tildadas no sólo de malévolas, sino incluso de brujas, siendo quemadas en hogueras por la Santa inquisición o viviendo clandestinamente, tenían acceso a la cultura, la política y la lucha, pero eso sí, todas ellas sabían también de su condición de mujer-madre.

Tras siglos de callada opresión social, cultural, política, económica e incluso religiosa, la mujer comenzó a revelarse y a conseguir alzar la voz en medio de un mundo de hombres. Comenzó a tomar posiciones en la vida social y política, en la educación oficial, en el ámbito laboral y profesional especializado..., y lo hizo bien.

Pero..., todo estaba ya previsto, había que confundirla, la mujer había de revelarse pero tal rebelión sería su destrucción.

En los tiempos que vivimos hemos conseguido que la voz de la mujer no sólo se oiga, sino que se escuche, pero este hecho está acarreando graves problemas a la sociedad.

Es maravilloso ver mujeres en puestos de responsabilidad que ponen sus conocimientos y preparación al servicio de la empresa, el estado, la educación y formación... al 1oo; Que sus capacidades son reconocidas y alabadas en el mundo civilizado, que no dependen ya de la sumisión al amo, que son independientes, que pueden y saben elegir..., pero, a costa de olvidar su función biológica que las caracteriza como mujeres y distintas al hombre, lo que realmente hace a una mujer plenamente mujer, La Maternidad.

Y todo esto, ¿por qué?

Porque desde su descontento y frustración acumulado durante siglos, el resentimiento y la influencia externa de las filosofías marxistas, la mujer sólo, y de forma muy pobre, ha visto como modelo a seguir la conducta masculina, imitando al hombre, y no queriendo ser mujer sino hombre, ser "igual" al hombre y no estar en el mismo nivel del hombre en condición social, sino convertirse en hombres, incluso superiores por su capacidad de procreación que ella elige a capricho o voluntad de uso.

¿Cuales son las consecuencias de este estado de los hechos?

Primero, provoca un descontento en las mujeres sin posibilidades o escasos recursos que siguen sometidas al yugo del esposo-amo y no compañero y procreando sin sentido. Renegando de su vida y su Historia y envidiando a las "sobradamente preparadas". Mala educación de hijos no deseados, no queridos que pesan como losas y que viven con madres deprimidas "porque no trabajan", sólo "crían" como maldición bíblica, mientras otras salen del ámbito del hogar y les cuidan otros los hijos.

Segundo, hijos que no son cuidados y educados por sus madres, sino por terceros o en guarderías en sus primeros años de vida, faltos del cariño y amor de sus madres que luego reflejan carencias en su carácter al iniciar la pubertad. Conductas agresivas y ansias de ganar dinero para vivir bien y deseos en hijas de no cometer los errores de sus madres, "infelices".

Tercero, que las auténticas madres de esos hijos de mujeres trabajadoras y emprendedoras sean bien las abuelas, que ya no tienen edad ni las fuerzas necesarias ni ganas para criar niños que suponen una dura carga para ellas, que ya lo hicieron en su juventud; o bien las niñeras, canguros o personal de servicio cuyo estímulo ante la crianza no es otro que el dinero que se les paga por el servicio prestado, e incluso unos papeles legales de residencia en el país.

Cuarto, las mujeres pues ni quieren tener descendencia porque les impide desarrollarse y promocionarse en el terreno profesional. Las bajas por maternidad, enfermedades de los hijos, las horas de dedicación a los niños tras una dura jornada de trabajo, fines de semana de exclusividad infantil y familiar y no aprovechables laboralmente y que constriñen la dedicación al trabajo sobre todo si se ha de viajar.

Quinto, las mejoras económicas de la mujer posibilitan un mayor y mejor nivel de vida, y a su vez un mayor consumismo en la medida genera un mayor capital en la economía doméstica. Si este capital se une al del esposo se duplica, pero queda dividido si esta pareja tiene hijos, por lo tanto mejor cambiar los hijos-persona, por el hijo-coche, el hijo-piso, el hijo- de marca, el hijo-Cancún..., el hijo-ombligo propio, con lo que el egoísmo también se multiplica en pro de un concepto de vida más parasitario y mezquino, pero henchido de placeres efímeros.

Sexto, cada vez más hombres sensibilizados por la actitud de la mujer o bien sin trabajo, (que hay muchos), se quedan en casa ocupados en las tareas que antes ejercían ellas. Esto, no es malo en sí, la colaboración en el hogar es un acto de ayuda y compañerismo a alguien que supones igual a ti, pero esto provoca ciertas actitudes en el hombre, no educado ni acostumbrado a estos menesteres por tradición nada positivos. O bien toma la postura de acomodarse dentro de casa, dejando que sea la mujer quien gobierne en superioridad y decida, menospreciando en muchas ocasiones la labor del hombre, en venganza de sus años de oprobio, pagando ojo por ojo..., y creando la frustración en el hombre antes sufrida por ella, y creando hombres cobardes e inseguros; o bien  provoca la reacción contraria, la agresividad del hombre, la huida del hogar y la búsqueda insaciable de mujeres que ya no existen, que sepan llevar una casa, cocinar, o coser un  botón.

Esto sin hablar de la educación de los hijos que nunca recibirán de un padre lo que les puede dar una madre, ni tampoco viceversa.

Incluso en el ámbito íntimo de alcoba el hombre ya tiene miedo de no dar la talla ante la mujer.

Es ahora la mujer quien domina y el hombre el sojuzgado bajo su yugo.

Los anuncios publicitarios ya se han dado cuenta de este fenómeno y cada vez más se dirigen al hombre amo de casa y a la mujer ejecutiva. Los papeles, los roles, poco a poco se van invirtiendo, sólo que el hombre todavía no puede procrear. Quizá por esto también cada día exista más homosexualidad.

Séptimo, el índice de natalidad de los países occidentales, cada vez es más bajo. Esto propicia pues la inmigración masiva y la repoblación de los estados con la mezcla de otras razas que no pertenecen a nuestra tradición de sangre.

Con esto la toma e invasión de nuestro territorio será un triunfo para nuestros enemigos globalizadores y exterminadores de la Raza Aria, máxime cuando los gobiernos propician y fomentan esta situación dando toda clase de facilidades a estas gentes de otras razas victimas engañadas por el sistema en pro de una falsa mejora de sus condiciones de vida, de sus recursos económicos, en vez de proporcionar ayudas a las mujeres en paro casadas y madres, con ayudas a la natalidad y a los hijos, y no dando carnés de familia numerosa que no sirven para nada, haciendo que estas mujeres no se sientan "tontas y desgraciadas", "pobres mujeres" que no tienen otra cosa que hacer, que no sirven para el mundo laboral, que no tienen suerte, sumiéndolas en absurdas depresiones y descontento absoluto de su historia personal de madres.

Nuestra población se hace vieja, el pueblo Ario está mayor. La salvación de nuestra Raza, su pervivencia, está en la mano de esas mujeres que hoy se están practicando ligaduras de trompas, que no quieren crear familias ni educar hijos que hagan perdurar nuestra herencia la tierra.

Las pocas mujeres Nacional Socialistas que existimos tenemos una gran responsabilidad ante nuestro Pueblo y nuestra Raza, y esto requiere no sólo un gran esfuerzo, sino también un gran sacrificio en este inhóspito mundo actual que nos rodea.

¿Hasta dónde y hasta qué punto, mujeres Nacional Socialistas, estáis dispuestas a Sacrificar?, no olvidéis que sacrificar es "hacer sagrado", y no sufrir.

Dura es la misión, dura la persecución y dura la vida de la madre en este mundo hostil. Pero muy alto el Honor.  Hombres y mujeres Nacional Socialistas, no os dejéis corromper, no os dejéis engañar. ¡Salvemos la Raza!  Seamos hombres y mujeres libres, que elegimos a quien dejamos nuestra Herencia y nuestra Tierra.

A nuestra propia Sangre.

Sieg Heil!!!!, siempre.  14/88

 
 
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